Primero fue Mario Gómez, una de las estrellas de Bayern de Munich. Y ahora ha sido Manuel Neuer, portero de la selección alemana y del Schalke 04, quien ha animado a los futbolistas homosexuales a salir del armario. No sólo eso, Neuer ha declarado: “Los hinchas deben acostumbrarse rápidamente. Lo que importa es el rendimiento del jugador, no sus preferencias sexuales”.
Este es el último capítulo de un culebrón acerca de los homosexuales y la selección alemana que alcanzó su clímax en septiembre, cuando Michel Becker, que no es primo de Boris Becker, sino el agente del futbolista Michael Ballack, que perdió el título de capitán de la selección antes del mundial de Sudráfrica, dijo: "La selección está controlada por una pandilla de gais. Son pobres, feos, sin talento, burocráticos, inhumanos y gais. El estilo de juego, que deja a un lado la dureza y apuesta por la elegancia, es un símbolo más de esa homosexualidad".
-Este hombre y lo que dice suena, no gay, no, claro, sino nazi –reflexiona Rose The Riveter.
-Peor, lo que dice este hombre es lo que muchos piensan… Y ya ves, el fútbol son 22 tíos en pantalón corto, algunos depilados, otros con pendientes y casi todos vestidos de marca y ceñiditos y tatuados, dándole patadas a un balón. No sé, todo un poco…
-¿Gay?
-No. Un poco tonto. Sea gay o hetero. Me da lo mismo, pero habría que hacer algo para sacar al fútbol de los armarios y prohibir jugar competiciones a la selección que dé muestras de homofobia, como la croata, cuyo presidente, Vlatko Markovic, llegó a defender en noviembre el veto a los jugadores por su condición sexual: "De ninguna manera podría jugar en la selección un jugador declarado homosexual. Afortunadamente, el fútbol lo juega sólo la gente sana", dijo.
-En fin- suspira Rose- fútbol e iglesia se parecen más de lo que pensaba… Recuerdo la campaña contra la homofobia que se intentó hacer en Inglaterra...
-Sí, fracaso total.-Eso.
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