17.7.10

Argentina, invierno, talibanes y matrimonio homosexual

En medio del frío polar del invierno platense, el gobierno de Argentina aprobó el pasado 16 de julio, por fin, la ley del matrimonio homosexual. Catorce horas de debate hicieron falta para conseguir que Argentina se convirtiera en el primer país latinoamericano que aprueba el matrimonio homosexual (en México sólo existe este derecho en DF).

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Marta Covella, jueza talibán que no quiere aplicar más ley que la divina.

Claro que, como en todas partes, los talibanes justicieros hacen acto de presencia y ya hay una jueza de la Pampa (que parece de cómic) que ha declarado que no casará a gais ni lesbianas porque "Dios no aprueba las cosas malas que hace la gente". Se llama Marta Covella. Es jueza de Paz en General Pico, La Pampa.
Pues que deje de ser jueza, porque la ley le obliga a hacer cosas malas, ¿no? Es más fácil ver la paja en el ojo ajeno, que la viga en el propio. Amén, señora mala jueza.

Afortunadamente, pegada a esta noticia, emerge otra: Un artista y su representante, los primeros en pedir turno para casarse por lo civil.

Como siempre, los contrastes dominan los diarios. Curiosamente los raros y talibanizados son los que se llevan más páginas. Y los que se comportan con normalidad democrática y sentimental, los que menos. Aunque luego tengamos tanta importancia que la culpa de todo -por tener el diablo detrás- sea nuestra.

15.7.10

Bye, bye, Blanes

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Hay que veta
r a Blanes. Porque Blanes nos veta a nosotr@s (no nos costará porque, a fin de cuentas, lo que se dice muchos locales del ambiente, como que no hay). El ayuntamiento ha prohibido el festival de música Pride 2010, que la asociación de gais y lesbianas Gaylestots quería organizar en esa localidad costera catalana.
Si el año pasado, Blanes se proclamaba a bombo y platillo localidad gay friendly (a pesar de no tener bares de ambiente), parec
e que un año después quiere ser family friendly. Y por eso no quieren gays en sus playas ni en sus plazas. Porque como muy tontamente ha dicho el concejal de turismo, Fernando Gómez: «Es incompatible la promoción del turismo familiar y deportivo con cualquier acontecimiento homosexual».
Como si los homosexuales no tuvieran familia. O no practicaran deporte. O como si los heteros no montaran conciertos y se desmelenaran. Si hasta se disfrazan y se visten con camisetas de colores, beben hasta enloquecer, invaden las calles, g
ritan y cantan y queman contenedores cuando su equipo de fútbol gana alguna copa. ¿O no?