10.1.13

La vieja y homófoba Europa versus los homófobos pero aperturistas EE UU

Mientras en Europa todo huele a podrido, que diría Shakespeare, en Estados Unidos algo se mueve.


En el viejo continente, tenemos varios frentes abiertos: Francia tiene que reivindicar y recordar a los colegios religiosos la laicidad del Estado y apunta que las escuelas, por muy católicas que sean, no son el lugar apropiado para debatir el matrimonio homosexual, mientras los musulmanes se apuntan a una manifestación contra las bodas gays (las religiones necesitan un enemigo común para estar unidas pero jamás encontrarán uno para dejar de matar, reprimir, prohibir y discriminar. Oh my god!); la iglesia católica alemana frena la investigación sobre abusos sexuales; en Italia, Berlusconi, dice, con aviesa intención, que las jueces que se ocuparon de su caso de divorcio son unas "feministas y comunistas" (¿y?, ¿que tienen estos dos calificativos de malo? Hay que ser un enfermo, señor Berlusconi, para considerarlos insulto, que es lo que hace usted); en España el obispo de Córdoba, Demetrio, dice que Herodes sigue vivo (debe andar muy mayor ya) porque intenta convencer a los niños de que hay otros tipos de familia que no son la tradicional y, además, también se refiere a la gender theory, de la que ya habló su superior, el Papa, en términos denigratorios. Por si fuera poco, también aquí, se cargan impunemente la asignatura Educación por la Ciudadanía y tenemos un ministro de Cultura que alardea de su ignorancia moral y democrática con leyes muy, muy sospechosas y adoctrinadoras.


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(La catedral de Washington, escenario de bodas gays)


En cambio, en Estados Unidos, Obama ha elegido a un poeta cubano gay, Richard Blanco, para leer un poema en su ceremonia de investidura; la catedral de Wahington oficiará bodas homosexuales, y Chuck Hagel, el nuevo secretario de defensa, pide perdón por unas declaraciones homófobas que realizó en 1998, después de que los grupos LGBT expresaran sus reservas por este nombramiento (sí, habrá que marcarlo de cercaa este exrepublicano, pero no me imagino a Rouco o aWert pidiendo disculpas por nada), y la cantante Mary J. Blige, que ha confesado ser una cristiana renacida, asegura que apoya a los matrimonios homosexuales porque ella no es Dios. "Dios dijo que no juzgáramos a los demás, así que no voy a juzgar a los homosexuales". En fin, un ejemplo de práctica cristiana como no se encuentra en el Vaticano.