"Las lesbianas necesitamos una etiqueta que nos enorgullezca"
Todo en esta vida suele tener una cara y una cruz: las personas, las situaciones, los sueños y también los días. Sí, los días, que tienen una mañana y una noche. Y como de la noche ya hemos hablado con Judith, una de las responsables de Nextown, la pregunta que
La respuesta nos llega desde Valencia, donde Carmen G. Hernández y Lorena Navarro, fundadoras de Alesway en febrero de 2009, están convencidas de que hay vida lésbica más allá de la noche. Tal es su entusiasmo y profesionalidad que en un año ya han conquistado el premio Jennifer Quiles, en la categoría Alianza, del área de políticas lésbicas de
-¿Qué es Alesway?
-Alesway es un proyecto en el que organizamos actividades de ocio diurnas para mujeres lesbianas y bisexuales, actividades con perspectiva saludable, de crecimiento personal, en pequeños grupos y de calidad.
-Sois la otra cara de la noche, pero ¿no es un poco extraño reivindicar la diurnidad?
-Bueno, sí, digamos que Alesway es ‘la otra cara de la noche’… Pero también incluye cenas y fiestas, aunque es cierto que se centra en actividades diurnas.
-Si la lesbiana no es un ave nocturna, no puede hacer nada…
-En Valencia, además, ahora va asociado a que en los locales la mayor parte del público son chicas muy jóvenes y (risas) te sientes un poco fuera de lugar. Carmen y yo vimos que si el fin de semana quieres hacer algo diferente sin dejar de relacionarte con gente, lo tenías muy difícil. Hay un vacío enorme. Y no es que estemos en contra del ambiente. No lo estamos, porque pretendemos ser un complemento. Y lograr que las mujeres tengan una red de gente con la que poder contactar. De alguna manera estamos cumpliendo una labor social. Piensa que nosotras venimos de los social, no del mundo empresarial.
-Hay vocación social, entonces...
-Sí. De hecho se trata de tener amigas, de tener una red que es algo fundamental. A Alesway llegan mujeres que viven su primer contacto con lesbianas. Es un momento importante y tienen que estar tranquilas, sin presiones. Y es que a veces en el activismo caemos en el error de comportarnos como un predicador. Y nos cuesta respetar los procesos. En Alesway todo es tranquilo. Cuando lo creamos, al principio, pensamos que vendrían siempre mujeres diferentes, pero muchas repiten y eso te permite ver cómo van cambiando.
-También tenéis Lesfriends.
-Sí. Lesfriends es una red social, gratuita y es un punto de encuentro alrededor del ocio y la cultura, el deporte… Hoy en día hay casi 1.000 mujeres apuntadas. Y también tenemos el Club Alesway, que es un club de ocio alrededor de Alesway y de un estilo de ver y entender el ocio. Es un lugar de encuentro que, además, te permite tener descuentos especiales.
-Se ve que hay pocos espacios de socialización para las lesbianas.
-Desde el activismo nos dimos cuenta de que ya no es se trata de pedir más políticas. Cuando ya tienes las leyesa tu favor, no puedes pedir más. Hay algo que falla y que tiene que ver con nosotras, con las lesbianas, Tú ves a los gays y van diez años por delante. Lo que nos pasa a nosotras no es tanto una cuestión externa, de fuera, sino que es algo nuestro. Tenemos que ‘empoderarnos’, conocernos, tener redes en las que apoyarte para salir del armario y trabajar la autoestima para llegar al de sentir mucho orgullo.
-Así seríamos más visibles, ¿no?
-Nosotras venimos de grandes ciudades, pero si te vas a pueblos pequeños o ciudades pequeñas… se vive fatal. La gente tiene miedo a ser visible todavía. Incluso ahora que tenemos cierta visibilidad, en las grandes ciudades seguimos siendo un poco invisibles porque sales a la calle y no tienes tiendas, ni bares… No existimos como mercado.
-Y si no existes como mercado no existes, ¿no?
-Es así. Al principio cuando explicábamos nuetsro proyecto a la gente se quedaba sorprendida y se mostraba incrédula. Es como querer vivir de Casper y su familia. De hecho la razón de fondo de por la que existe Alesway surge de una pregunta que nos planteamos: qué podemos hacer para que de aquí a diez años o los que sean podamos ser más visibles. Llegamos a la conclusión de que a través de campañas de organizaciones e instituciones se pueden hacer cosas, pero lo que necesitamos nosotras es, insisto, ‘empoderarnos’. Tener una autoestima fuerte y poderosa.
-Y referentes…
-Antes buscábamos referentes en la literatura, en el cine, en
-En contrapartida se conoce menos la historia de las lesbianas…
-Sí, porque ya no hay que buscarlos. Nosotras teníamos referentes negativos y por eso buscábamos alguno que fuera positivo. Sólo así podemos sentir el orgullo de ser quienes somos.
-¿Cuál es la actividad de más éxito que habéis organizado?
-Una de piragua que hicimos el año pasado. Pero tenemos muchas: escapadas de fin de semana, de acción, de deporte, de actividad urbana, cultural, familiar…
-¿Cómo planteáis al hotel o al organizador de actividades que sois un grupo de lesbianas?
-Muchas veces lo comentamos antes de contratarlo para ver la reacción de la gente. Ni con las actividades ni con el alojamiento hemos tenido problemas. Sí, en cambio, con otros sectores. El año pasado tuvimos problemas con el portal Atrápalo.com. Nosotras pedimos el presupuesto para pubicitar Alesway y nuestras actividades. La respuesta fue: “Eso no va a ser posible, porque nuestra política de empresa no lo permite”. Yo les dije: “¿No permite que vendamos actividades a… Te refieres al perfil de clientes que buscamos?”. La respuesta fue “sí”. Este tema lo tenemos parado ahora, pero lo retomaremos. Porque nos gustaría hablar con quien sea necesario para que nos explique cuál es exactamente su política de empresa.
-¿Existe un estilo Alesway?
-En cierta manera sí puede haber un estilo. Cualquier grupo con peculiaridades identitarias, lo quiera reconocer o no, busca gente igual. Te apetece coincidir con gente que comparte cosas como tú.
-¿Cómo funcionamos como compradoras de ocio?
-Me cuesta entender que en este país haya un montón de mujeres con proyectos chulísimos pero económicamente complicados de mantener que han cerrado. No lo entiendo. Las lesbianas también consumimos y gastamos dinero. Que tenemos menos capacidad adquisitiva, vale. Bien, pero yo los bares los veo llenos y muchas lesbianas van con Calvin Klein y usan perfumes caros. Todavía hay un sector dentro de las lesbianas para las que la palabra consumo o consumista está prohibida.
-Lo de las lesbianas tiene que ser más barato. Eso es solidaridad mal entendida, ¿no?
-Yo tengo esa percepción. Porque si esa mujer nunca gastara, porque no puede, lo entendería. Pero esa misma mujer que en tu tienda bollo te dice que es caro, luego en otra que es mainstream no lo encuentra caro. Necesitamos tener orgullo. Los tíos sienten el orgullo de su etiqueta: gays. Las lesbianas necesitamos aún esa etiqueta que nos enorgullezca. Porque si sientes vergüenza por ser lesbiana, porque los referentes que tenemos son negativos, no comprarás en locales lesbianos.
-Pero primero hay que poner esa tienda de ropa interior lesbiana, o ese café de tarde…
-Sí. Y ello a pesar de que siempre te encontrarás con gente que te dirá que por qué necesitáis locales específicos para vosotras. Para mí es algo tan sencillo como identificarse con una marca o ser de CK o de D&G. Y si yo sé que detrás de esa marca hay una persona que apoya a mi comunidad es otra razón más para comprar allí o para adquirir su producto. Tenemos que aceptar que somos consumidoras. Y eso nos cuesta porque no tenemos el hábito.
-¿Qué proyectos tenéis?
-Queremos contribuir a la visibilidad, Crecer como equipo, ofrecer actividades a mujeres de otros países y seguir comprometidas con la comunidad. Hacer un trabajo de esto.
-Decidme un lugar para reflexionar...
-Hoces del Duratón, donde hicimos senderismo a caballo.
-Para enamorarse…
-Una puesta de sol en Formentera.
-Para divertirse…
-En Sot de Chera. Allí se hace piragüismo, tiro con arco...
-¿Alguna sugerencia?
-Que entren en la web, que este verano viene lleno de propuestas para todos los bolsillos.
web: www.alesway.com
Otras mujeres del bestiario:
Maria Giralt de Bollo & Butter
Judith Ramos, Lolitas y Nextown
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