La LLP ha encontrado una noticia preciosa. Una joya. Todavía tiene que leerla con calma antes de realizar algún comentario (si es que cree necesario hacerlo). Pero es que es una propuesta ¡genial!
En su último libro, 'Gais i lesbianes de la història de Catalunya', el periodista Albert Torras argumenta que Cervantes era catalán y gay. Ya oigo las alarmas más reaccionarias de este país sonando con fuerza ante este doble anatema. Pero, ¿quién sabe si Dulcinea era lo que aparentaba? Tal vez y como era poco agraciada, era una lesbiana, ¿no? ¿O si Sancho no era Panza, sino Pança? ¿O si los molinos de viento no eran otra cosa que el parque eólico que se ve desde el coll de la Teixeta o un grupo de travestis con tocados de plumas gigantes?
Virginia sólo comenta que lanzar esta teoría acerca de Cervantes es una buena manera de conseguir que se hable del libro. Wonder Woman le ha dicho que por qué esta posibilidad no podría ser cierta, que qué tiene Cervantes que le haga súper castellano e hiper heterosexual e intocable. Que a fin de cuentas, la historia es ficción pura. Y que cada uno puede escribirla como le dé la gana. Luego de un brinco se ha subido a la barandilla del balcón y ha salido volando en busca de nuevas aventuras.
En fin, no sé. Esperaremos acontecimientos.
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