Una imagen del Más Allá.
¿Son Los Otros?
Se lanzan piropos. Entre unos y otros. Ayer, sí, sí, ayer, en una misa celebrada en Los Jerónimos de Madrid para conmemorar la victoria de Franco en la Guerra Civil (¡¡), el cura Julián Melero, ávido de salir en los papeles y de presumir de modernidad, mencionó a nuestra querida Carrie Prejean,homófoba declarada y, de paso, protagonista de una tanda de pornovídeos caseros, ensalzándola por estar contra el matrimonio homosexual (y no por su carrera fílmica). Claro que el señor del altar, nada más empezar, ya hizo toda una declaración de principios (y de finales) al decir: “Hemos venido a celebrar el 71 aniversario del triunfo sobre los enemigos de Dios. Así de claro, pese a los que les da alergia decirlo”.
Carrie, como caída
del cielo después
de rodar un pornovídeo.
En fin (y en principio) que empezando así una misa una ya intuye cómo puede acabar: hablando del 'martirio' de Miss California, expulsada del concurso de Miss por "decir que el matrimonio sólo es concebible entre el hombre y la mujer"; y alertando a los asistentes (con banderas del aguilucho entre otra rancia parafernalia) de los "nuevos enemigos de Dios" (probablemente y sin querer ser pretenciosa yo estoy entre ellos).
Lástima que no mencionara, en ese tsunami de dogmas de fe revelados y de búsqueda de aliados mediáticos, las palabras de su colega tinerfeño, el que dice, refiriéndose a los escándalos de abusos en el seno de la iglesia, que "hay niños que provocan". Porque de haberlo hecho la misa habría sido... un servicio completo.
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