| Excremento obtenido por la Cope a raíz de sus últimas actuaciones Ha sido enviado por la Liga de las Lesbianas Planetarias a sus mandatarios.
Isabel Quintairos pidió en 2004 una excedencia y, al volver, la cadena no le devolvió el puesto que tenía. La trabajadora alegó que su despido estaba motivado por su matrimonio con otra mujer y por haber trabajado para un partido de izquierdas.
La Cadena Cope de Santiago ha despedido en dos ocasiones a una periodista por ser homosexual y considerarla simpatizante del BNG, según una sentencia judicial.
El director le explicó que no podía reincorporarse porque no había puestos vacantes en la empresaEl diario El País informa que la protagonista de esta historia, Isabel Quintairos, pidió en 2004 una excedencia. Fue designada asesora técnica de la Diputación de A Coruña, por lo que la cadena le concedió una excedencia forzosa. Durante tres años, Quintairos ocupó el puestode responsable de prensa del Grupo Provincial del BNG, algo que, de acuerdo con el convenio colectivo vigente, conllevaba el derecho de reservar su puesto de trabajo en la emisora de la Conferencia Episcopal.
Sin embargo, al solicitar su regreso, el director en Santiago, Javier Castro, le explicó que no podía reincorporarse porque no había puestos vacantes en la empresa. "Pero yo no necesitaba una vacante, sino que me devolviesen mi puesto", dice Quintairos en El País.
Comienza el juicio
Empezó entonces un juicio en el que la periodista alegó que su despido estaba motivado por su matrimonio con otra mujer y por haber trabajado para un partido de izquierdas y nacionalista. La sentencia del juicio subraya que "la empresa no fue capaz de acreditar que la no readmisión de Isabel obedecía a las causas esgrimidas por su defensa". La Cope dijo que se había amortizado ese puesto por la mala situación económica de la cadena y que la política empresarial obligaba a la no incorporación de las excedencias forzosas.
La jueza ordenó a la Cope a readmitir a Isabel Quintairos en el mismo puesto de trabajo y con las mismas condiciones que había antes de su despido, algo que se hizo efectivo el pasado jueves donde nadie indicó a la periodista cuáles eran sus tareas. Así, este lunes, el director le entregó una carta de despido "por razones objetivas" y un talón por valor de más de 32.000 euros. El juicio vuelve a empezar.
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