Las chicas de la LLP, a punto de irse a pasar el Fin de Año a su refugio secreto, están tremendamente tristes por el asesinato de Benazir Bhutto, de 54 años, en Rawalpindi, Pakistán, el pasado 27 de diciembre. "No es que fuera la solución perfecta", arguye Virginia, "pero sí que era un motivo de esperanza. Que una mujer sea candidata a la presidencia de un país como Pakistán y que tenga la osadía de pintase los labios de rojo justo antes de pronunciar un discurso, ha sido demasiado para los ignorantes y cavernícolas que siguen respirando, lamentablemente, el mismo aire que nosotras".
Por otro lado, la LLP también manifiesta su cansancio ante las declaraciones de eclesiásticos de rango, como el obispo de Tenerife. La noticia no es que diga cosas como que la homosexualidad es una enfermedad o, lo que es peor, que "muchos menores desean e incluso provocan los abusos" (creo que fue Jesús quien dijo "Dejad que los niños se acerquen a mí"); la noticia sería que dijeran que la homosexualidad es una condición tan divina como la heterosexualidad y que el celibato es una estupidez humana. Punto. Por eso no quieren hacer ninguna declaración, tan sólo se preguntan por qué si hacer apología del terrorismo es condenable con multas y penas, hacer apología de la homofobia no lo es.
Y como están tristes y cansadas, van a retirarse hasta que vengan las Reinas Magas y traigan un poco de sentido común y salud.
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