¡Vaya semana santa y homófoba desde la tele pública! Lo de los homosexuales sí que es una procesión eterna, que nunca acaba, porque nunca nos dejan al margen de sus liturgias quienes deberían limpiar su santa casa antes que nada.
El obispo de Alcalá, allá va, míralo, míralo... el obispo de Alcalá, que, como cuenta El Periódico, emocionó al mismísimo Blas Piñar. También se atrevió a afirmar desde su ignorancia y su analfabetismo social que hay menos maltrato en el matrimonio católico que en las uniones civiles, presidió una misa con la bandera preconstitucional para la ultraderecha y es autor de una guía para curar la homosexualidad. Es un viejo conocido de este blog, al que ya mencionamos en julio de 2011, cuando publicó su guía de curación homosexual (¿para cuándo una que cure tanta estupidez y tanta prepotencia?),
Me dice un amigo que no debería sorprenderme que la iglesia mantenga este discurso homófobo. Pero, me sorprende. Y seguirá sorprendiéndome que los homosexuales tengamos tanto poder como para que nos mencionen y nos sigan estigmatizando en el siglo XXI.
No me extenderé en hacer comentarios. Quien lleva la razón no necesita gritar ni subirse a púlpitos para hacer apología con una oratoria obsoleta, aburrida y repetitiva. No. Dejaré un comentario que ha hecho Wonderwoman acerca de un fragmento de su discurso.
En su homilía, el señor Reig Pla, aparte de insultar a los homosexuales y a las mujeres que abortan, dijo que nuestra relación con Dios es una relación nupcial. Es una relación amorosa.
-Eso -dice Wonderwoman- explica sus problemas con la pederastia...
-No te pases -increpa Rose The Riveter.
No hace falta decir nada más.
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