Cuando nos peleábamos con el acné en los lavabos del Instituto, cuando el mundo avanzaba en contra y la revolución francesa y Heráclito eran los twits que dominaban nuestras vidas, mis amigas y yo vimos claro que la revolución, de hacerse, tenía que llevars a cabo desde dentro del convento.
Más de veinte años después de aquella consigna, me entusiasmo de veras al escuchar a la monja Teresa Forcades y no me sonrojo al declararme -soy Mara, Thais está aún durmiendo- admiradora intelectual suya.
En una conferencia titulada “Igualdad de mujeres y hombres” pronunciada hace pocos días en Alicante, Teresa Forcades ha defendido que el crecimiento de los hijos no depende del sexo de sus padres, sino del amor que reciben. “La socialización en familias monoparentales y homosexuales no van en detrimento del crecimiento. Lo único que afecta a la persona es la calidad del amor que se le da. Cada persona es un ser único con un carácter individual que le ha dado Dios o la naturaleza y que es independiente del género“, afirmó la monja.
Teresa es una monja benedictina, del monasterio de Sant Benet de Montserrat (Barcelona). Estudió medicina en la universidad de Barcelona y en 1992 viajó a Nueva York para completar la residencia en medicina en los hospitales de la Universidad de Nueva York (SUNY at Buffalo). Allí consiguió el título de especialista en Medicina Interna (1995). Tras obtener una beca de a Universidad de Harvard se trasladó a Cambridge, donde se graduó como Master Divinitas en 1997.
Tres libros ha escrito Teresa: el primero, 'El crimen de las grandes compañías farmacéuticas', 'Trinidad, hoy' y 'La teología feminista en la historia'. en fin, una monja activista y capaz de hacer la revolución desde dentro del convento. Amén.
Os dejo un video en catalán, del programa de TV3, Singulars, en el que Teresa afirma estar a favor del uso de la píldora del día después y pidió que se respetara la conciencia de las mujeres que abortan. La Santa Sede, por cierto, la llamó al orden tras estas declaraciones.
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