28.9.11

Al cielo pongo por testigo de que nunca volaré en Southwest Airlines

La LLP a todas las lesbianas: nunca se os ocurra comprar un billete de avión a la compañía aérea de Estados Unidos, Southwest Airlines. 
Son peligrosos. Podrían haceros quedar en tierra. Y últimamente su ambientador huele a homofobia. Y si no, que se lo pregunten a Leisha Haley, nuestra familiar Alice en L-Word, que fue expulsada de uno de sus aviones por besar a su novia, Camilla Grey.

La azafata se justificó diciendo que habían recibido quejas de los pasajeros por aquella muestra de afecto, al parecer y siempre según la versión de la compañía, excesiva, y porque se trataba de una "aerolínea familiar". Pregunta: ¿de qué clase de familias? (Ya, ya, algunos constreñidos de cerebro dirán que familia sólo hay una, la formada por hombre y mujer y bla, bla, bla. Esos, que viajen en Southwest. Ah, pero si pecan de sobrepeso, no sé si les dejarán: al director de cine Kevin Smith le hicieron bajarse del avión el año pasado por considerar que no cabía correctamente en el asiento).

Leisha y Camilla han asegurado en un comunicado que "no estábamos montando ningún espectáculo en el avión. Fue un beso discreto. Somos mujeres adultas que nos movemos por el mundo con dignidad. Nos mostramos cariñosas como lo habría hecho cualquier pareja".

Southwest Airllines no dejan volar ni un milímetro la educación, aunque ellos se creen muy educados. ¿Por qué tanta gente cree que ser intolerante es ser educado? ¿Por qué la gente se muestra tan limitada a la hora de ver a dos mujeres besándose y en cambio son tan abiertos como para creer que Jesuscristo nació de una virgen?


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