16.8.11

Qué miedo: ¿Epi y Blas en la clínica de Michele Bachmann?

En un mismo fin de semana dos noticias han aumentado aun más si cabe la inquietud de Mara.

El lado oscuro de Minnesota se llama Michel Bachmann.
En medio del rudio generado por los JMJs, esos jovencitos con sombrero y banderas papales que se jactan de su superioridad moral por las calles barcelonesas (en Madrid también andan, y les abren el Prado hasta tarde para que no se queden sin verlo y les ponen más barato el metro. Ay, tanta bondad me enerva), Mara ha oído hablar por vez primera de Michele Bachmann, aspirante a ser candidata presidencial de EEUU por el Partido Republicano, una mujer que dice que una pareja gay con hijos no es una familia, que se plancha el pelo, se saca brillo a los pómulos y está casada con un pastor que dice curar a los homosexuales.
Este pastor probablemente sea el hombre el más feliz del mundo después de haber escuchado la segunda noticia que a Mara le ha causado un colapso mental e histórico-infantil: los creadores de ‘Barrio Sésamo’ aseguran que Epi y Blas no son homosexuales.


Epi y Blas con su patito.
-Eso es una infamia. Claro que son homosexuales y, además, han adoptado a un patito –asegura Afrodita A, que los conoce bien de cuando coincidieron en los platós televisivos en los setenta.
Mara asiente tranquilizada por esas palabras.
-Dos señores que comparten casa, cocina y habltación y que se pelean como un matrimonio y dependen emocionalmente el uno del otro… ¿cómo se le llama a eso? –insiste Afrodita A.
-¡Pareja!- gritan a la vez Wonder Woman, Rose The Riveter, Sira, Arale y el resto de la Liga de Lesbianas Planetarias.

Mara siente como un bálsamo esas palabras. Sin embargo, pronto, la imagen de Michele Bachmann regresa a su cabeza. Porque, ¿quién es Michele Bachmann? Es la nueva cara del Tea Party, el lado oscuro de Sarah Palin (si es que eso es posible); una mujer que presume de una clínica que ella y su esposo tienen en las afueras de Minnesota, estado por la que es congresista, que utiliza unas terapias poco científicas para curar la homosexualidad. Una clínica de asesoramiento cristiano, dicen. Y un ex paciente ha declarado a la cadena ABC que cuando se sometió allí a tratamiento le recomendaron que rezase para librarse de sus tendencias homosexuales. "El camino para mi terapia era leer la Biblia, rezar y pedirle a Dios que no volvería a ser gay", ha asegurado el ex paciente, Andrew Ramirez, que tenía 17 años cuando se sometó a la terapia de la clínica de Bachmann y Asociados en las afueras de Minneapolis en 2004.

-Da miedo- dice Afrodita A.
-Un poco –interviene Mar. –Que los yanquis puedan votar a una señora así para ser presidenta… Ufff…
-A ver si van a llevar a Epi y a Blas a esa clínica.
-A mí me da que los de la productora los han ingresado para impedir que se casen.
-Pues será eso…


La LLP os deja este vídeo de lo que opinaba Bachmann en 2004 sobre el matrimonio homosexual. En fin, entre otras cosas dice que si Minnesota permite el matrimonio gay, detrás vendrán "la poligamia y otra cosas peores".


2 comentarios:

ferran dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ferran dijo...

Qué entrada más divertida! Leí el otro día q la candidata, tan sucintamente analizada en este post, se sirvió en uno d esos meetings para amigos con los q comienzan las primarias del partido republicano (una especie de aquelarre, pero con todos los invitados con corbata) del interesante argumento "Yo os dejaré usar las bombillas q elijais libremente".
Y era porque así desgastaba a la administración Obama q recomienda (y aplica en los edificios públicos) las bombillas de bajo consumo.
Lo más patético no es, sin embargo, la reivindicación del "haz lo q t dé la gana y los demás q pringuen". A eso la derecha ya nos tiene acostmbrados y hemos tenido aquí el gran ejemplo aznariano de "quién es el estado para decirme cuánto debo beber y a qué velocidad debo conducir".
Lo más patético es q esos argumentos cuajan entre la tropa votante. Vamos, q los de la JMJ ya deben estar pintando las pancartas "libre uso de bombillas ya", "las bombillas de bajo rendimiento ofenden a dios", o "zapatero genocida = matabombillas".