El ataque de los de Westboro contra Liz Taylor

La LLP denuncia una vez más a la iglesia de Westboro, conocida por su homofobia. Si en enero esta iglesia sin sentido culpó a los homosexuales del atentado de Arizona, en el que murieron seis personas y resultaron heridas otras treces, entre ellas la congresista demócrata Gabrielle Giffords, ahora la hija de su líder, una tal Maggie Phelps, ha convocado a sus seguidores a manifestarse durante el entierro de Elizabeth Taylor y a abuchear y repudiar su figura. Como unos integristas cualquiera, incapaces de respetar, como manda el cristianismo, a los muertos. "Deberíamos honrar más a los muertos y menos a los vivos", dice Virginia. 

A los de Westboro les molesta que Liz haya ayudado a los enfermos de Sida y se haya comprometida con su lucha por la igualdad. Porque los de Westboro creen que todos los conflictos del mundo son culpa de los homosexuales. Lo que siempre dice Rose the Riveter: 'Somos tan importantes que el destino del mundo está en nuestras manos'. Y se ríe. Claro. 

 

Como se ríe toda la LLP al darse cuenta del poder que tenemos y que nunca hemos utilizado. O a lo mejor es que desde los tiempos de Abraham hasta los de Bush, Blair, el Papa y Obama, pasando por Guillermo el Conquistador, Felipe II, Fu Manchú y Gengis Khan, Nietsche y Picasso, todos los generadores de guerras, arte, cultura, religión y poder, todos, sine xcepción, son homosexuales. Si no, la LLP no se explica que este colectivo sea el responsable de tantas y tantas cosas. 

-Para mí que el señor Phelps y su familia tienen un problema -dice la doctora Sira, la del Planeta de los Simios. 

-¿Cuál?

-Son ellos y los que piensan como ellos los responsables de los conflictos del mundo. Y lamentablemente no son homosexuales. Que si lo fueran habría menos conflictos y más silencio. Y, como ya dijimos, el primer grado de la sabiduría es saber callar.

Para entreteneros la LLP os deja el trailer original, de 1958, de 'La gata sobre el tejado de cinc' como homenaje a Liz Taylor. La de los ojos violetas (por un efecto del tecnicolor de 'Cleopatra').