La LLP quiere quejarse a Duran Lleida (líder de Unió Democràtica, que es socio de Convergència Democràtica y forman pareja de hecho bajo el nombre de Convergència i Unió, CIU) por intentar amargarnos la verbena de San Juan. Y es que defender en un blog (el suyo, claro), aunque sea levemente, de forma apenas perceptible, la falsa idea médica de que la homosexualidad puede curarse y, además, hacerlo en la víspera de la verbena es pecar de maldad y alevosía.
Ni siquiera la explicación que ofreció (el mismo día 23 por la tarde, en La Ventana, de la SER) tras el terremoto mediático que se armó a modo de disculpa, diciendo que lo único que pretendía era defender la libertad de que un homosexual decida cambiar de orientación sexual le sirve a la LLP para volver a considerar a Duran un buen político.
A ver, la homosexualidad no es algo que deba curarse, cambiarse o alterarse. Igual que la heterosexualidad no es algo que deba curarse o cambiarse.
La LLP pregunta a los y las heteros: ¿qué pasaría si los homosexuales fuesen mayoría universal y planetaria y pidieran a los estamentos médicos y oficiales y políticos que se os aplicasen terapias psiquiátricas para que fueseis homosexuales?
Complicado, ¿no? Por no decir absurdo. Y la LLP ya no quiere gastar más tiempo, que es domingo y todavía se está recuperando de cuatro días de puente y de un desfile del Pride que ya llega al paseo de María Cristina.
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