13.11.09
Las palabras de Camino y el río Potomac
Rose the Riveter se puso a hacer caligrafía japonesa
al escuchar las palabras de monseñor Camino.
Sí, ya sabe.
La LLP lo sabe: tendría que estar hablando de las palabras del señor Camino
(caminante, no hay camino, decía el poeta. Pero sí, se ve que sí que hay Camino y es más cuadrado y sádico que la inquisición en temporada alta) acerca del aborto y la excomunión de los que estén a favor de la nueva ley y del pecado mortal público en el que incurrirán los que la voten. Ya, ya. Pero la LLP está cansada, fatigada hastiada de la iglesia y sus secuaces y, además, lo que diga este señor de la conferencia episcopal le importa, sí, un bledo. Que cada uno haga lo que quiera y si el señor Camino no quiere abortar, pues que no aborte. Y que se deje ya de monsergas.
Tal vez sería una buenísima idea, propone Rose the Riveter (que se puso a hacer caligrafía japonesa para relajarse, tras escuchar a monseñor Camino), lanzarle a él y a todos los miembros de la conferencia episcopal al río Potomac, de Washington, a ver si cambian todos de sexo. Y es que en el Potomac han descubierto que los peces cambian de sexo por culpa de la contaminación. Yo diría, gracias a la contaminación, que nos hace a todos iguales.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario