"Si yo fuera inquisidora... ", reflexiona Wonder Woman. Y se detiene.
Se queda callada y deja que la mirada se le pierda entre los rincones y las aristas que forman en el aire urbano los rascacielos de la ciudad.
En la mesa reposa un informe sobre la conferencia episcopal (episcolocapal) de españa (todo en minúscula, sí), que habla de excomulgar a quienes se vean involucrados en la práctica de abortos.
"Es un estado laico", insiste Wonder Woman. "Que se vayan al infierno... Si yo fuera inquisidora... lo haría tan bien". Y un brillo en sus ojos detiene el tiempo.
"A la cee le preocupan más los nonatos y los muertos (véase en su web la entrada para beatificar a 498 mártires). Ellos visten de negro, no follan, no son compasivos, ni aman a sus parejas (¿o sí?) castigan, excomulgan, prohíben, marginan y eso sí, cobran, invierten en bancos, apuestan en la bolsa y atesoran riquezas materiales como posesos mientras piden a los creyentes que les den más dinero todavía. ¿No es raro?".
"Ya vale de este tema. Y no, no es raro. Llevan siglos haciendo esto. Es imposible que me concentre con tu ronroneo contra la iglesia", le dice Virginia, que intenta saber cuántas piedras caben en el bolsillo de unos vaqueros.
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