24.9.07
La ley de vivienda y la curación de la homosexualidad
La Liga de las Lesbianas Planetarias busca piso. Así me lo han hecho saber y andan un poco preocupadas por lo de la nueva ley de vivienda.
Claro, ellas no son jóvenes, así que no recibirán los 200 euros de ayuda, tampoco tienen menos de 35 años (unos pocos más, unos pocos más), así que los que se atrevan a alquilarles un piso no tendrán ventajas fiscales. Es decir, pocos querrán alquilarles un piso. Sin ayudas y sin nadie que les ofrezca vivienda, van a quedarse en la calle. Eso dice Virginia, que siempre es la más depresiva. Wonderwoman intenta animarla y Wecandoit se cabrea cada vez que el cuello de la Woolf se tuerce en actitud derrotista.
Ellas apuestan por el alquiler, entre otras cosas porque no pueden afrontar una hipoteca.
“¿Nadie se da cuenta de que esta ley es discriminatoria con las mayores de 35 años?”, dice Arale.
“Es verdad. Todo está hecho para los jóvenes y los que insisten en procrear, las ayudas para sacarse el carnet de conducir, las ayudas por hijos, ahora las de vivienda…”, remata el más joven, Tinky Winky, que a pesar de su apariencia infantil tiene 36 años.
En otro orden de cosas la LLP, a raíz de un programa de TV, quiere denunciar cosas como ésta:
“Una organización pro-familia entabló y ganó una demanda judicial contra el Consejo de Educación del Condado de Montgomery, Maryland. Un juez determinó que “enseñar que la homosexualidad se cura, es ante todo, un derecho de las personas””.
O a esto:
“¿Se puede curar la homosexualidad? Mucha gente no sabe que la génesis psíquica de esta condición sexual carece en absoluto de misterio y que su terapia es posible. El método que he utilizado consta de dos partes: la primera consiste en hacer adquirir al interesado una visión clara de la propia identidad y de su propio mundo afectivo; la segunda, en afrontar esa situación. Llevamos a las personas a reírse de sí mismas (el humorismo puede ser muy saludable) y a la adquisición de hábitos positivos: valentía, honestidad consigo mismo, autodisciplina, capacidad de amar a los demás; así, hasta lograr que el homosexual pierda sus hábitos neuroinfantiles. Es esencial neutralizar la autoconmiseración crónica. Es obligado decir que: - En un treinta por ciento de los casos, la curación es completa: acaban desarrollando actitudes y hábitos sexuales normales y afectivos y una vida emotiva adulta. Por supuesto, una curación sólo sexual no sería una curación completa. - Otro treinta por ciento de personas cambia más o menos gradualmente, pierde sus obsesiones homosexuales y asume una actitud emotiva nueva, aunque no lo suficiente para poder hablar de curación completa. - Hay otros que progresan con extremada lentitud por su estado neurótico grave, pero también éstos, si son ayudados por una asistencia y un tratamiento constructivos, adquieren fuerza y coraje y poco a poco van perdiendo sus depresiones, nerviosismos y ansiedades”.
(extraído de la web alucinante, epatante y en la que sus reponsables deben creer que la Tierra es plana: http://www.aciprensa.com/Familia/homosex-cura.htm)
O a éste texto:
“La curación de la homosexualidad consiste en un proceso de descubrir con compasión las heridas emocionales del pasado, resolver el enojo contra aquellos que las han causado a través de un proceso de perdón, utilizar técnicas de conocimiento y de comportamiento, admitir la impotencia ante el sufrimiento emocional y apoyarse en la espiritualidad católica y en los sacramentos”. (extraído de la clásica es.catholic.net, que también creen que la Tierra es plana y que somos fruto de un diseño divino)
En fin, que navegando por el espacio virtual, las barbaridades son considerables y casi igualan a leyes tan estúpidas e injustas como las de la vivienda. En lugar de arreglar las cosas, las parchean. Unos parchean leyes para los jóvenes y otros quieren poner parches a la “imperfección” de ser lesbiana. Y mientras, yo soy una lesbiana, en piso de alquiler sin ayuda y a la que, probablemente, nadie va a querer alquilar un piso: sea porque por mi edad no tendrá ventajas fiscales, o bien porque su religión no le permite alquilarle el piso a una lesbiana que, además, oh, qué horror, es mayor de 40.
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2 comentarios:
Bueno, es lo que tiene internet, que cualquiera puede llegar y escribir lo que le de la gana. Propongo contraatacar con una página que prometa la curación de la heterosexualidad.
Me apunto a la propuesta de lizzy,
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