Lo de Polonia es demasiado. En fin, yo creo que los medios de comunicación deberían dejar de publicar las sandeces que dicen sus mandatarios. La última, la de Roman Giertych, viceprimer rministro y responsable de Educación en aquel país: “Prohíbo la propaganda gay por mis creencias como hombre”. Digo yo que al decir hombre, se refiere exclusivamente a su condición masculina. Bueno, si es así, se trata simplemente de un ignorante más. En fin, yo os aseguro que no voy a poner un pie en Polonia. No sea que acaben deteniéndome y quemándome por bruja (que no lo soy). Claro que Thais o Daniela, sí pueden serlo… O ¿soy yo Thais y Daniela? O, ¿soy Mara? Ostras, ahora no sé quién soy. Help.
La culpa es de una foto que me han enviado de Virginia y Wecandoit, que me ha trastocado la personalidad y me ha alterado las hormonas visuales. Entre esta imagen (que, he de reconocer, encuentro maravillosa, aunque no por ello menos alteradora) y las declaraciones polacas… pues la verdad es que ya no sé quién soy.
2 comentarios:
Permíteme: discrepo sobre tu apreciación en relación a Polonia. A veces los lugares más que marcas geográficas pueden sentirse también como espacios metafóricos. Y me resulta muy difícil desvincular Polonia de La doble vida de Verónica. Ese poema visual mágico y emocional de Kieslowski. Imprescindible.
Ay madreee!!!! cómo están las Virginias!!!
Y de los polacos... Pues nada... No se puede añadir nada a lo que dicen, imposible mejorarlo. Pero Elena tiene razón, no se puede juzgar a todo el país por los comentarios de dos, incluso aunque esos dos estén apoyados por miles de votos. Bastante verguenza estarán pasando lo polacos sensatos. Y bastante miedo estará pasando un diez por ciento de los polacos y las familias y amigos de ese diez por ciento.
Publicar un comentario